La noche volvía a cernirse sobre ellos como todas las noches, y las antorchas iban encendiéndose por toda la cofradía. Esta noche no tenían la estrategia de otras veces, no les interesaba esconder la cantidad del ejercito. Los espían habían venido con la noticia de que la cofradía se encontraba vacía menos por dos compañeros y que llegaban pocos apoyos.
Cuando llegaron a la cofradía enemiga observaron que la información de los espías era cierta, lo que desanimo un poco a los caballeros pues esperaban una interesante batalla. Pero aun así, no dejaron que las emociones los invadieran y atacaron la cofradía sin ningún tipo de piedad. Los enemigos sucumbieron con facilidad, y al acabar la batalla todos volvieron a sus cofradías o a la ciudad para descansar, no había ganas de celebrar la victoria.
Escrito por:
Zabale, Amazona de la Orden
Zabale, Amazona de la Orden
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