Por primera vez en mucho tiempo los Caballeros de la Taba Redonda y todos sus aliados y voluntarios, junto a los mercenarios, lucharon bajo un cielo encapotado. Tierra Santa había tenido días cálidos y amables que no sólo calentaron los miembros de los guerreros, sino también el ánimo.
A medida que transcurrió aquél día el sol se ocultó bajo un mar de nubes negras que presagiaban tormenta.. El ejército cristiano salió de la Fortaleza hacia al campo de batalla.. a pie o montados en bravos caballos canturrearon canciones evocando a heroicos guerreros de la Edad Media o la tragedia de algún amor desventurado. En los días que corrían se escuchaba cómo las doncellas de la corte e incluso del vulgo, suspiraban por más de un caballero, e incluso cómo algunos de ellos dedicaban una hazaña y otra a sus amores entretanto buscaban la gloria, honor y dinero en la guerra para destinarlo en un futuro a sus Damas. Tierra Santa estaba revuelta.. en todos los sentidos.. ¿sería la llegada de la primavera? más de un alquimista diría que sí.. qué tiempos aquellos en los que las ventas iban tan bien..
Al fin llegaron a su destino y levantaron el campamento. Los Jefes Militares explicaron la táctica a seguir en el ataque y cómo harían en aquella batalla en caso de perderla mientras una cena ligera y buen vino se repartió por todo el campamento. Y así, salieron a luchar. A escasos minutos del inicio de la batalla, un poderoso rayo rasgó la noche al tiempo que brillaron con luz mortecina las armas de los guerreros.. Tras el fuerte sonido de la tormenta comenzó a llover de forma estrepitosa.Bajo la capucha que ocultaba su pálido rostro y ojos grises, Nora miró en silecio - acariciando su empuñadura - cómo poco a poco los Inquisidores Paganos salieron de su Fortaleza enarbolando sus armas y mostrando un tosco emblema propio de infieles. Sus rostros estaban encendidos de ira .. tal era la afrenta que iban a lidiar. Recordó entonces el deseo que tenía de ver a los paganos encontrar la luz y esbozó una ligera mueca pensando que en ello gastaría sus fuerzas, aún si debía hacerlo a golpe de espada. Miró a su alrededor y vió como sus propios compañeros, y como los mercenarios, los amigos y aliados cristianos, junto a los valientes voluntarios esperaban la señal de El Mago Warlock para atacar.
Cuando el grito hueco de Warlock se escuchó entre la lluvia plomiza una bandada de flechas proveniente de los arqueros de CTR inundó el cielo y cayó en territorio enemigo. Tras ello.. jinetes y caballeros se lanzaron contra Inquisición Pagana, encomendando sus almas al cielo.
- ¡ADELANTE CABALLEROS! ¡Hasta el último aliento!
Y entablaron combate.
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Aquella noche gracias a todos los apoyos recibidos, y a su propia fuerza, los Caballeros de la Taba Redonda vencieron a Inquisición Pagana. Tras horas de dura lucha pronto alguien gritó "¡Victoria! ¡Victoria!" .. a aquél grito le sucedió otro, y a éste otro hasta que quitándose las capuchas que les cubrían de la lluvia los guerreros y guerreras dejaron que las gotas de agua refrescaran sus rostros y sus miembros. Atemorizados, los pocos infieles que quedaron vivos (malheridos) huyeron al bosque para salvar sus vidas.
La noche, llena de celebraciones, dió paso a un gris amanecer, en la que uno a uno los combatientes se fueron despidiendo hasta su próxima batalla.
Escrito por Nora (11 de Mayo del 2008 - 00:47 h)
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