En el campamento de Ludus Magnus Paganus hay redoble de tambores.. infieles paganos y sarracenos miran desafiantes a los más de 200 cristianos que al otro lado del campo de batalla se disponen para luchar. Pronto Arnaldo de Torroja levanta una de sus manos y antes de que le dé tiempo a bajarla los infieles se lanzan con un grito de guerra a la refriega.
En ese mismo momento, en el campamento cristiano un poderoso guerrero de anchas espaldas y músculos prominentes indica con una señal que nadie se mueva aún. Lleva una armadura reluciente y una capa de un fuerte color rojo oscuro que cae desde sus hombros hasta sus tobillos. Mientras que con una mano pide silencio, con la otra acaricia a su fiel animal un enorme Lobo Blanco cuyo nombre y origen desconocen sus propios compañeros. Los ojos del feroz animal miran al frente.. divisa carne humana y aquello revuelve sus entrañas. Aguarda atento la señal de su dueño.
- ¡Esperad! - exclama a gran voz.
Mira al ejército cristiano y observa satisfecho y sonriendo para sí mismo la cantidad de estandartes que ondean del lado de CTR. Con una vista rápida pasa por los guerreros.. reconoce entonces a varios de órdenes aliadas.. ve también a sus compañeros de orden y a otros muchos cuyo rostro y nombre no podría reconocer. Es Zenituh el Fuerte, Zenituh el Maxacador, lento para la ira y pronto para la risa. Admirado por muchos, temido por otros.
Los infieles en su frenético avance habían cruzado ya medio campo de batalla, unos a pie, otros a lomos de sus caballos. Fue en ese momento cuando Zenituh dió la orden de que la primera y extensa fila de cristianos diera unos pasos hacia atrás.. entonces se descubrieron decenas de arqueros y ballesteros cruzados que en un abrir y cerrar de ojos prendieron fuego a las puntas de sus flechas.
- ¡¡Arqueros!! ¡¡CARGAAAAAD!! - gritó Zeni. Y una lluvia de flechas encendidas en fuego iluminaron momentáneamente el cielo y el campo de batalla. Asombrados por el espectáculo los cristianos desenvainaron sus espadas al tiempo que observaban cómo el fuego alcanzaba a varios infieles y cómo otras flechas marchitaban al no dar con ningún objetivo.
Zenituh tras éste primer ataque y agotadas todas las flechas de las que disponían en el bando cristiano, levantó la mano y apuntó hacia el enemigo que cada vez estaba más cerca... proclamó el grito de guerra de la Orden y fue en busca de una muerte o victoria segura, de mano de los infieles. Tras él y entendiendo que era su momento el gran Lobo adelantó al Jefe Militar y atacó primero de todos al enemigo.
- ¡¡¡FUERZA Y HONOOOOOR!!! - corearon otros al tiempo que se precipitaron en una feroz arremetida a encontrarse con Ludus.
Todos le siguieron y pronto las espadas y sables entrechocaron, comenzando a caer en batalla los primeros guerreros...
Lo que aconteció después no lo sabemos a ciencia cierta pues tan sólo llegó hasta nuestros días los fragmentos que leeis. ¿Ganaron los Caballeros de la Taba Redonda? ¿Ganó Ludus Magnus Paganus? No podríamos afirmarlo ya que la cronista dejó en ese punto el relato. A vosotros, hombres y mujeres del s. XXI corresponde poner final a tan gran historia. Si algo hemos de decir es que aquella noche marcó un antes y un después en la historia de Tierra Santa ...
Escrito por:
Nora, Voz del Crepúsculo
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