miércoles, 17 de septiembre de 2008

La Cofradía

Paseando por sus empedrados pasillos,
Siento como mi corazón se enorgullece,
Los iluminados pabellones,
Sus fuertes puertas, sus largos corredores,
Las estancias de los cofrades,
El patio de armas,
Otro de sus hermosos lugares.

Nuestra cofradía nos acoge silenciosa,
Lugar de descanso y recogimiento,
A veces ruidosa con celebraciones,
Otra, murallas protectoras,
Lugar de amistad y hermanamiento.

En lo alto de un talud,
Se alza fuerte y orgullosa,
Todos con nuestro esfuerzo,
Conseguimos hacerla tan hermosa.

Envidia en Tierra Santa,
A ti todos vuelven sus ojos,
Para admirar tu belleza,
La cual es el fruto,
De tu gran fortaleza.

Wolfing, Poeta de la Orden

1 comentario:

Erendis dijo...

Como ya te dije en Holy, me haces volar con el pensamiento a la Fortaleza.. es como si os viera allí en cada rincón riendo o entrenando para la "batalla". Gracias por hacerme soñar de esa forma y por poder hacer esta especie de viaje virtual a tu lado y deleitarme con tus poemas. Todos te lo agradecemos.

Eres grande!